Les presento mi última adquisición. Cuando lo compré, hace un par de semanas, me pareció fuerte, sano y sobretodo, a buen precio, por lo que lo que me lo traje a casa. El vendedor me dijo que era un Taxus cuspidata ó tejo japonés (no tenía etiqueta) y al llegar a casa comencé a buscar información en internet acerca de sus cuidados.
Para mi sorpresa, las fotos que aparecían no se correspondían con el arbolito que acababa de comprar, por lo que intenté identificar la especie a través de fotografías. Es entonces cuando descubro que se trata de un Podocarpus macrophylla ó tejo chino, también llamado pino de los budistas. El Podocarpo es una conífera de origen chino, de crecimiento compacto y que en principio parece fácil de cultivar. Le gusta el sol pero se adapta perfectamente a las zonas sombrías, resiste períodos secos o de poco riego y al que no le gusta el agua en exceso. Vamos que cumplía todos los requisitos para convertirse en inquilino de mi jardín.
El caso es que haciendo memoria, esta historia me recordaba algo que había leído hace unos meses en el blog Buxán. A César le había pasado lo mismo. A los dos nos dieron gato por liebre...
El caso es que haciendo memoria, esta historia me recordaba algo que había leído hace unos meses en el blog Buxán. A César le había pasado lo mismo. A los dos nos dieron gato por liebre...
Este es el arbolito en cuestión...
Como se puede ver, el substrato era un mazacote de arcilla y turba apelmazada y con una cubierta verde de musgo acartonado, por lo que me dispuse a trasplantarlo...
Una vez lavado con agua a presión, compruebo que las raíces están sanas y fuertes. En la fotografía no se aprecia, pero las raíces estaban cubiertas de unos pequeños nódulos, que tal y como explicó César en su blog, no se correspondían a ninguna plaga, sino todo lo contrario: era una señal de que el árbol estaba perfectamente sano. Una vez más, la información más valiosa que pude obtener acerca de un bonsai la encontré en el blog de un compañero. Muchas gracias, César.
Lo que sigue es el proceso habitual: trasplante a una maceta mayor, mi mezcla habitual de picón y tierra vegetal, fijación mediante alambres...
Una vez colocado en la posición deseada, termino de rellenar la maceta...
Unos últimos retoques...
Riego abundante con la manguera en la posición de lluvia hasta que el agua sale limpia y clara por el fondo de la maceta...
Le hice un ligero aclareo. No termino de decidir el frente...
Aunque creo que éste es el que mejor queda...
Realmente me daba igual el nombre del arbolito en cuestión. Vale que me dijeron que era un tejo japonés y al final resultó ser chino, pero no deja de ser un bonsai comercial, a buen precio y aparentemente sano, con el que tratar de aprender y disfrutar durante unos años. A mí, en principio, con eso me basta...
Saludos